El auge de la extracción de oro de Burkina Faso durante los últimos cuatro años ha convertido al país en uno de los principales productores de África, pero también está atrayendo a los niños a dejar la escuela.
El número exacto de niños que abandonan las escuelas a nivel nacional por las minas de oro aún no está claro, pero se sabe que muchos estudiantes trabajan principalmente en minas artesanales donde trituran piedras, tamizan el polvo, transportan agua y cocinan. Otros van a las minas durante los días libres de escuela, los jueves y sábados, dice Moussa Ouedraogo, director del Ministerio de Educación Nacional y Alfabetización de la región norte del país.
“Esto no significa que hayan abandonado la escuela, pero es un indicio de que podrían terminar abandonándola por completo bajo la influencia de los padres y otras personas que ganan dinero con las minas de oro”, dice Ouedraogo a IRIN. Dijo que 900 niños se saltaron los exámenes en la región este año y otros 3300 trabajan en las minas durante los días libres escolares.
“Estamos sensibilizando a los padres para frenar la tendencia”, dice, pero admite que recompensar a los padres y a los niños con bicicletas, libros y dinero en efectivo para abandonar las minas esta teniendo poco efecto.
Según el Ministerio de Finanzas, el oro se ha convertido en el principal producto de exportación. En 2011, aportó a Burkina Faso de 127.000 millones de CFA (247 millones de dólares EE.UU.). Entre 2007 y 2011, aportó 440.000 millones de francos CFA, lo que representa el 64,7 por ciento de todas las exportaciones y el 8 por ciento del PIB. La producción aumentó de 23 toneladas en 2010 a 32 toneladas en 2011. Las minas de oro se encuentran repartidas por las regiones norte, oeste, suroeste y central del país.
En 2003, el gobierno revisó sus leyes mineras para alentar a los inversores. Entre 2007 y 2011 se abrieron siete nuevos sitios de minería industrial en el país de África Occidental, donde el algodón era el principal cultivo comercial de exportación.
También se han abierto unos 800 yacimientos mineros tradicionales, donde trabajan la mayoría de los niños, según Terre Des Hommes, una ONG internacional que promueve los derechos del niño y que trabaja con el Ministerio de Educación de Burkina Faso para frenar los efectos negativos que el auge de la minería está teniendo en la educación.