Escocia es un país pequeño con alrededor de 5.5 millones de habitantes y la parte más septentrional del Reino Unido, rodeado por mar en tres de sus lados y compartiendo tan solo una frontera terrestre con Inglaterra, que se extiende entre los ríos Tweed y el estuario de Solway al este y al oeste, respectivamente. Tiene alrededor de 787 islas, la mayoría de las cuales forman parte de las Islas Hébridas, las Orcadas y las Shetland. Con sus santos intrépidos, guerreros Vikingos y clanes bélicos, la historia de Escocia cautiva la imaginación. Desde sus mitológicos Kelpies hasta Bonnie Prince Charlie y los Highlanders que se unieron a él en 1745, los paisajes salvajes son ricos no solo en pájaros y ciervos, sino también en folclore, como Nessie, el monstruo del Lago Ness. Cada castillo de Escocia tiene una historia que contar, sobre una reina cautiva o un fantasma acechando sus pasillos. Incluso sus callejones y puentes tienen historias y canciones escritas por los más grandes escritores, desde Robert Burns hasta Sir Walter Scott. Para algunos, Escocia son los paisajes, para otros el whisky o el golf. Otros pensarán en hombres con kilts, mientras que otros pueden pensar en música con gaitas. Quizás algunos puedan pensar en todos los inventos hechos por famosos escoceses, como el teléfono y la televisión o el descubrimiento de la penicilina. La realidad es que Escocia y su gente tienen algunas características y una cultura distinta que no encontrarás fácilmente en ningún otro lugar del mundo, que se remonta a casi mil años atrás y que está tan viva hoy como siempre.
Manel Quiros